que se mueven ondeantes murmurando con
su roce ondulaciones que vierten ostentación y derroche en salones donde hierve
entrecruzar de susurros, y de risas, y de tenues insinuaciones veladas que
entre entrechocar se pierden de copas que se levantan en brindis y parabienes, hacen
crujir por sus goznes, quebrarse con sus vaivenes, conjunciones disparejas de
virtud y capidengues que recubren y recogen entre sus pliegues endebles
prontitudes a adecuarse, concitarse, parecerse, a qué se asemeja en nada el
poso que deja al paso del vivir lo que se aprende con el posar engañoso,
marrullero, de las gentes.
martes, 21 de marzo de 2017
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Caja de bombones

Una de esas cajas que se pueden encontrar en cualquier cajón de cualquier aparador de cualquier comedor o cuarto de estar de cualquier casa y en las que, cuando las abrimos, nada más encontramos pequeños cirindulillos inservibles que, hace ya tantos años, imaginamos que alguna vez podíamos necesitar. Esta, afortunadamente, está como se puede ver vacía.
