Me volviste
a cambiar el dial. No puedo soportar a esa panda de graciosos que hacen esa
sección de parodias que se supone sirve para hacer reír. He mandado mensajes y
dejado recados protestando de la mala sombra que tiene ese radiador o como
rayos se llame.
Mientras
tecleo hablan en la tele de la resolución del tribunal constitucional, y para
ilustrar la noticia se ven en la pantalla dos tíos dándose un beso de tornillo.
Me parece
repugnante.
Otra
polémica de hoy es lo de la donación de órganos de la niña que murió en la
fiesta del otro día. Cuando ya estaba todo dispuesto llegó por lo visto una
orden del juez diciendo que no se podía realizar.
La familia
de la persona receptora (creo que era
del hígado) muy afectada tantas esperanzas e ilusiones como habían puesto…
¿No es
monstruoso? Alegrarse de que “alguien” (así, en abstracto) muera para que otro
viva.
Pero la
gente no siente el menor pesar ni culpa por ese tipo de cosas… ¡Desear que
alguien muera porque “a mí me beneficia”!
Y sin asomo de sonrojo.
También me
parece repugnante.
Sí, lo vi, y
hoy ha vuelto a intentar pinchar de nuevo. Ha cambiado de nombre, pero ha
cometido el error (o lo ha hecho adrede) de escribir mi nombre con el guioncito en medio.
Pero no creo
que sea nada personal, con otros le pasa lo mismo.
Ah, la presentación.
Pues como son esas cosas; elogios y
alabanzas y palabrería.
Que por qué
voy a esas mascaradas; y la verdad es que no lo sé.
Pues con una
aguja de punto, ya te dije. Ese cajón está lleno de cosas que habría que ir
pensando en tirar.
¿Cómo que
cuál? Pues ese de las tapas rojas que siempre llevo conmigo. No sé dónde lo he
dejado.
He
preguntado en el bar y me dicen que allí no.
Se ha comido
dos dedos de tu guante izquierdo.
Ah, por si no te das cuenta. En las fechas enlaces a los textos donde puedes ver los comentarios en el original.
Ah, por si no te das cuenta. En las fechas enlaces a los textos donde puedes ver los comentarios en el original.