¡Último medio azucarillo!
¿No es como una maldición? Y total está a un paso, nos
acercamos cantidad de veces para esto o lo otro pero el paquete de azúcar
siempre se olvida. Y fíjate que no hará ni tres días entré, adrede, te lo dije, cuando volvía de comprar tabaco, y
estuve un rato discurriendo qué he venido a hacer aquí… Y como un champú nunca
está de más. Pero, el azúcar…
Nada. No había ninguna razón para hacerlo. Su discurso
bastante deshilvanado no contenía ni una sola pregunta; no pedía ninguna explicación,
sólo las daba y yo de eso no tenía para intercambiar. Así que me limité a
escuchar.
Después de tanto tiempo, cuando se supone que el asunto
quedó zanjado hace años y considerando, por añadidura, que no le correspondió
la parte (no quería decir parte, olvídalo), que le tocó (tampoco quería decir
tocó, siento importunarte de nuevo pero olvídalo también); bueno que obtuvo (logró,
consiguió) lo que deseaba.
Que les gusta el arte ¿Pero el arte en abstracto…? No, no me
estoy refiriendo a arte abstracto, digo si en términos generales y para mirarlo
(es que el arte siempre me sugiere cuadros) o como inversión. Porque si es así
es un tema del que no entiendo una palabra.
Y el cine de Bergman. Eso es más fácil y podré preparármelo
un poco a base de Fresas Salvajes y El manantial de la doncella, pero no vayas
a creer que mucho más. Bueno, Fanny y Alexander un día del Ares o algo así,
pero se oía tan mal que la dejé y no cuenta. En fin, ya veremos. Me daré con un
canto en los dientes si no eligen un restaurante de esos de cochinillos y piernas enormes de corderos.
Bajé los ventiladores, por fin, y por poco si no me parte la
maldita escalera la cabeza. Las escarpias están para engancharla, ¿no lo sabes?
¿Ida a las 8:37 y regreso a las 21:03? A mí me parece que os
da tiempo de sobra a verlo todo a menos que os entretengáis en la letra pequeña
que tanto detalla dónde, cuándo y por qué.
No apagues, por favor, la radio al salir.
Que cuándo cambia la hora. Le digo que esta noche y me sale
con que esperar hasta las 3 no…
“¡Pues cámbiala antes!”, le digo. Pero me ha parecido
escuchar un mohincito de que mmm