Publicado por El Aventurero el sep 24, 2012 en Prólogo a la carta número cuatro. Herencias |
4.9 “Tengo un saco de silencio de mis primeros viajes por la frontera del tiempo, esa línea indefinible en la que cada hombre es sí mismo, donde la pureza se convierte en vocación y sale de su escondrijo el misterio arcánico del amor”.